El rostro femenino en el liderazgo de las TIC’s de Costa Rica
01 Noviembre, 2018 | Desde el inicio de la sociedad, el papel de la mujer ha tenido una participación en cierta medida ambivalente, pues por un lado era quien estaba más tiempo en casa y generaba por necesidad más ideas innovadoras como respuesta a sus necesidades. Sin embargo, conforme la sociedad se iba estructurando bajo patrones más patriarcales su papel en las decisiones ha sido relegado y se ha tornado más como espectadora. En el siglo XVI Eva Ada Lovelace, llamada la primera programadora (Casado, 2012), tuvo que exponer sus aportes desde la perspectiva de ayudante, ya que para la época no era permitido su papel protagónico. En Costa Rica, no fue sino hasta el siglo anterior, que en la Universidad de Costa Rica se empezó a abrir camino en el sector de las TIC’s en el ámbito docente y fue una mujer quien de manera visionaria trajo al país una nueva perspectiva tecnológica. Después de la década de los 70’s las TIC’s han revolucionado el mundo al punto que ahora nos encontramos en la era de la digitalización, lo que muchos llaman la industria 4.0 o la cuarta revolución industrial. La democratización de las telecomunicaciones en muchos países y una mayor accesibilidad a los dispositivos inteligentes están cambiando el mundo en todos los sectores y como se puede ver, son las TIC’s las propulsoras de este cambio. Esto quiere decir que todas las industrias en todos los países se afectarán de una u otra manera. Según Serrabou (2017) con la incursión de la cuarta revolución industrial y con la digitalización, solamente en México se abrirán 2 millones de nuevas plazas de trabajo, sin embargo, se eliminarán otras fuentes de trabajo. Puntualmente para Costa Rica, según una investigación hecha por el semanario “El Financiero” basado en un estudio de la firma Mckinsey (Pérez, 2017), se estima que el impacto será de 475.000 puestos de trabajo, según datos de la CCSS. La digitalización podría impactar 52% de las ocupaciones actuales, ya que muchos puestos se automatizarán y en todo el proceso se requerirá solamente de uno o dos empleados. Este riesgo de reemplazo no solo impacta a los puestos más operativos, según el mismo estudio de Pérez (2017) se indica que en Estados Unidos 5% de los gerentes están en riesgo, el mismo porcentaje de científicos e intelectuales y un 5,5% de técnicos y profesionales de nivel intermedio. Esto lleva a replantear modelos actuales de inserción de las mujeres en el sector de las TIC’s y especialmente en puestos de liderazgo, de manera que el impacto en la sociedad a nivel económico y social no sea mayor. Ahora bien, a pesar de que en Costa Rica se han tenido avances importantes en la mejora de la calidad académica de las carreras relacionadas a las TIC’s, lo cierto es que la cantidad de mujeres en puestos de liderazgo es sumamente bajo pese a los esfuerzos que se han realizado. Dados los desafíos que tenemos entre manos, se procedió a investigar el tema hace cuatro años. El estudio tenía como objetivo enriquecer la perspectiva del género en el ámbito de las TIC’s y su liderazgo, así como evidenciar posibles problemas con el fin de promover una mayor participación del género en la industria y proponer un modelo que provea mecanismos que permitan mayor participación bajo la perspectiva de igualdad como individuos con las diferencias que nos caracterizan y que finalmente son necesarias para una complementariedad sana y exitosa para los individuos, empresas y sectores empresariales, gubernamentales y sociales. Esto porque el individuo es parte de un ecosistema que necesita ser equilibrado y adaptativo a las necesidades y cambios constantes. A nivel general se encontraron mujeres muy auto empoderadas, la gran mayoría de ellas obtuvieron puestos de liderazgo en tempranas etapas de sus carreras. Se pudo observar una clara consciencia de la necesidad de mantenerse actualizadas, el deseo de poder desarrollarse en sus distintos puestos y una alta capacidad de resiliencia a través de los años ha sido determinante. Un aspecto que se encontró como común denominador es que todas las mujeres han sabido manejar las oportunidades que se les han presentado en su vida profesional y como lo indica Miller (2017) han arriesgado más y no se han preocupado por cumplir al 100% todos los requerimientos de los puestos antes de aplicar. Sin embargo, su trayecto ha sido muchas veces con apoyo parcial de la familia o bien de la familia de su esposo. Este hallazgo se encuentra muy alineado con el reporte realizado por la firma norteamericana de consultoría McKinsey (Mieszala, 2007) donde se reporta que la mujer a nivel mundial tiende a tener un doble rol en su casa y en la oficina y que el apoyo en las labores de la casa sigue siendo disímil a través de las diferentes culturas. Se encontró que las mujeres tienen que luchar para ganarse un lugar dentro de los círculos gerenciales masculinos y para esto debe hacer un esfuerzo extra para demostrar su capacidad y que su desempeño se valore. Se pudo constatar que, entre más alto es el nivel ejecutivo, el esfuerzo es mayor, pues muchas veces los círculos de toma de decisiones son en lugares socialmente no aceptados para las mujeres o bien en horarios extendidos que están en contraposición del segundo rol que tienen en el hogar. El papel del gobierno es sumamente relevante con respecto a políticas públicas, programas de educación de la población y atracción de las mujeres a las TIC’s. Por esta razón se requiere una meta país con el fin de definir estrategias no politizadas que unifiquen esfuerzos tanto gubernamentales como privados. Ya que con el cambio de gobiernos algunas iniciativas y esfuerzos quedan desestimados. Sobre este tema, el gobierno requiere que el observatorio propuesto no tenga ninguna influencia política. Este organismo debe investigar y proponer a los entes ejecutores las pautas que lleva la industria, con el fin de que estos últimos los lleven a cabo y brinden rendición de cuentas periódicamente al gobierno y a los ciudadanos. No basta con buscar más inversión extranjera directa si no se cuenta con la arquitectura tecnológica y social que responda a las demandas del sector. Con respecto al tema educativo se encontró que es indispensable una reforma pedagógica que incorpore el pensamiento matemático, así como el emprendimiento. La muestra indica que las mujeres no encontraron necesario mentoría o coaching, pero sí consideraron importante una mayor capacitación tanto técnica como administrativa y de gerencia. Sin embargo, se recomienda profundizar la investigación en este tema, pues no queda claro si no reconoce como necesario por falta de recursos, por falta de conocimiento del aporte que da este apoyo o bien por otra razón que únicamente por medio de una investigación se logrará conocer la causa raíz. Un hallazgo relevante ha sido que para las líderes entrevistadas la educación pública no fue suficiente y se recurrió a la educación mixta o bien privada. Queda claro entonces que la incorporación de la mujer no puede seguir en sus hombros únicamente, es indispensable un proceso conjunto, integrado y sistemático que permita la apertura de oportunidades más igualitarias; fortaleciendo así la competitividad del país.